viernes, julio 03, 2009


Afortunadamente las campañas publicitarias electorales han llegado a su fin.

Después de meses de desperdiciar recursos públicos a lo pendejo, los partidos políticos han dejado de bombardearnos con sus “interesantes” comerciales publicitarios, convencidos y satisfechos de que se han dirigido al electorado de una manera contundente y que se han ganado su voto.

Pues bien, como es sabido por muchos, desde hace meses adopté mi postura anulacionista y en estas elecciones voy a hacerlo… parcialmente.

¿Por qué?

Por dos razones:

La primera es porque yo sigo convencido en no darle un voto a ningún culero que no me agrada y que definitivamente no me convenció de que sería un buen representante en la Cámara de Diputados.

La segunda, porque voy a votar por el candidato encargado de la administración directa de la zona en la que vivo, ya que conozco su plataforma política y considero que será necesario hacer la prueba para ver si es un servidor público que vale la pena apoyar.

Sé de antemano que a muchos de ustedes les va a valer madre eso, sin embargo, espero que, al ser lectores de este blog pitero, formen parte de ese universo de “primeros votantes” o de la generación del cambio (20-35 años) y tengan la voluntad y el interés de acudir a las urnas.

Lo que hagan ahí, es su pedo, pero vayan, no dejen a la hueva las cosas, no sean abstencionistas, si van a votar por candidatos en particular, en bloque, como acarreados sin cerebro o van a anular su voto, neta, va a ser su decisión, pero voten.

Hay opciones para que voten y lo hagan convencidos, voten libremente, piensen que al final tendremos el gobierno que merezcamos, que quizá por primera vez se leerá un rechazo generalizado a través de las urnas y que eso debería (en principio) mover a la mierda clase política existente, porque, de no hacerlo, van a estar en tres años enfrentando algo más que votos en blanco.

Estudiantes, si comulgan con la izquierda (según su perspectiva) vayan y apoyen a su partido de preferencia, total, la vida les hará entrar en razón después que hoy por hoy la izquierda en México no existe. Chavos, voten por aquellos que sientan que realmente los van a representar, no por aquellos que de antemano han mandado mensajes claros de que los van a tratar como delincuentes por “jodidos” o por no tener trabajo. Desempleados, voten y quizá sea necesario que le den un voto de castigo al gobierno que más desempleados ha generado en las últimas décadas, a pesar de haberse comprometido a todo lo contrario. Comerciantes establecidos, voten no por el ratero que va y les pide cuotas para seguridad, sino por el candidato que les ofrezca sensatamente algún plan tangible. Taxistas matriculados, no voten por los dueños de los taxis piratas de su ciudad, no sean pendejos ¿qué no ven que al apoyarlos a ellos a ustedes se los va a cargar la mierda? En general, no voten por aquellos que han establecido condiciones presentes o pasadas que sean directamente responsables de algún daño o perjuicio causado a su vida y esto viene porque sigo sin entender cómo hay gente que vota por el mismo partido que los gobierna cuando ellos no cuentan ni siquiera con los servicios mínimos necesarios; no entiendo el voto a favor de la transa, de la corrupción, de la mordida; no entiendo el voto borrego, porque supongo que la gente empieza a pensar más que antes y no son una bola de imbéciles que votan porque su líder se los ordenó (nada más hay que pensar en Juanito para que vean lo patético que es un “sincerebro”); no entiendo a los que votan por el candidato “menos malo”, porque eso es tanto como conformarse a que vivamos entre la mierda, pero la menos apestosa; no entiendo a los que votan cuando les cuestionan los beneficios de los programas populares, piensen, si llega otro partido, lo que hará será tratar de “ganárselos” y volverán a implementar esos programas solamente que con otros nombres, además, no mamen, quién va a saber por quién votaron, no sean estúpidos.

Es indignante pensar que cada pinche voto va a costar una fortuna, piensen, los que tienen empleo y pagan impuestos, que toda esa lana que se gasta en las elecciones al final es nuestra, y si de todos modos es dinero perdido, mínimo hay que echarlo a la basura con dignidad.

Aquellos que no tienen empleo, no se hagan pendejos, no van a tener nada más interesante que hacer, vayan y voten, no les quita mucho tiempo.

A los apáticos, qué les digo… yo no creo en la “representatividad” de los partidos (por eso anularé en donde deba hacerlo), pero al final el gasto ya está hecho.

Dicen que “dadas, hasta puñaladas” y, en este caso, así aplica, porque si van y cruzan una boleta (en la forma en que decidan hacerlo) van a aprovechar un recurso ya gastado. Si no están convencidos a hacerlo, mínimo háganlo por los árboles que se derribaron para imprimir las boletas ¿no?

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